viernes, 26 de junio de 2015

EL SENTIR DEL CARICATURISMO ÁRABE


Los caricaturistas y los “graffiti creator” o “grafiteros, con carga política, proliferaron durante las primeras etapas de las protestas de la mal o bien llamada “Primavera Árabe” en 2011. Al igual que tantos jóvenes en el Medio Oriente, se encontró una salida en los medios de comunicación social, lo que posibilitó que los caricaturistas fueran etiquetados rápidamente como " artistas de la revolución".
Hoy en día, las caricaturas y los grafitis son utilizados por los grupos revolucionarios y activistas políticos; este “compartir” no está exento de peligros, es decir, se tiene que bandear los niveles de censura: no es tarea fácil trabajar una caricatura para que pueda pasar todos los niveles de la censura, comenzando con la autocensura que el propio creador se impone debido a la carga social y cultural (hago referencia a la educación y a todos aquellos valores que envuelven a una persona dentro de una comunidad) y luego la censura impuesta por el gobierno que busca y la desmenuza para encontrar significados ofensivos. 

El Occidente está luchando duro para mantener la libertad de expresión tan libre como debe ser. A raíz del ataque deplorable de la revista satírica francesa Charlie Hebdo, caricaturistas árabes reconocidos han salido en defensa de la libertad de expresión y han condenado el atentado, aunque no están de acuerdo con la línea editorial de la publicación a la que han encontrado a menudo hirientes y racistas. 

Y ¿qué pasa con los musulmanes?

A los musulmanes se les pide constantemente que pidan disculpas por crímenes que no cometen, ni reciben el apoyo de aquellas sociedades que ha sido llamadas por la voz de los grandes medios de comunicación. Ellos también son víctimas de la violencia de los extremistas, lo vemos todos los días en los telediarios y lo escuchamos por la radio. Aun así, se les pide que pidan disculpas y, de alguna manera, expíen los crímenes que se cometen en nombre de la religión. Además muchos musulmanes deben enfrentarse a la ira de los extremistas que los atacan por negarse a aprobar sus métodos, como única manera de defender el Islam.

Un papel constructivo






Esta situación es la perpetuación de lo que está sucediendo en el Oriente Medio en este momento - es mucho más complejo que el negocio de la caricatura. Para ayudar, para jugar un papel constructivo, debemos desistir de señalar con el dedo a otros, y debemos examinar lo que motiva a estas personas a recurrir a la violencia y el extremismo. La libertad de expresión es un arma poderosa. Hay pueblos que nunca la han disfrutado totalmente, pero para aquellos que la tenemos damos por sentado muchas cosas: en lugar de hacer preguntas correctas, se realizan preguntas con respuestas acusadoras que alimentan estereotipos en los medios de comunicación convencionales. La labor de los medios de comunicación debería centrarse en transmitir mensajes correctos para reducir la brecha de conocimiento.

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